De pie con la espalda recta, sujeta la barra con las manos en pronación (palmas hacia atrás) a la anchura de los hombros, activando ligeramente las escápulas y con el pecho fuera. Las piernas separadas a la anchura de la cadera. Hazlo en una jaula o rack, con apoyo de la barra bajo las rodillas.
Flexiona las rodillas unos 45º, empujando la cadera hacia atrás, dejando todo el peso en los talones, con un movimiento llamado de “bisagra”, a medida que la barra desciende aproximadamente a la altura de las rodillas, notando el estiramiento de nuestros músculos isquiosurales.
Comienza a extender la cadera a medida que la barra asciende y vuelve en la posición inicial, contrayendo glúteos y activando ligeramente las escápulas con el pecho bien arriba y la posición anatómica natural de toda la columna.